jueves, 9 de junio de 2011

Conversando conmigo

¿Por qué todo son metas?
¿Por qué siempre estamos viendo hacia a donde vamos, si tal vez no haya un lugar, tal vez la vida no nos quiera llevar a ninguna parte.
Constantemente perdemos tanto tiempo buscando ese algo, ese sentido que nos aliente a seguir a delante, buscando éxito, dinero, amor.
Para qué esforzarse tanto y no aceptar que el camino ya está trazado, que el destino nos pone situaciones, lugares, personas,,,y qué por más que tratemos no se puede hacer nada para cambiarlo. Las cosas tal vez pasen de otra manera, quizás sea otra la forma de llegar a un determinado resultado, pero el resultado es el mismo, puede cambiar la forma en que pasen las cosas, pero las cosas pasan igual. Será porqué tal vez tienen que pasar.
Es como en la religión. Constantemente vivimos inmersos en el problema e incesante cuestionamiento de ese ser todopoderoso, pensando si existe vida más allá, si hay alguien que sea omnipotente y vea, sepa o sentencie todo lo que acá en la tierra hacemos.
Para mí no. No existe ese dios. Yo creo que si esa figura es la imagen de la bondad, la misericordia y consuelo, no es un dios juzgador, no es una figura castigadora, de ninguna manera. Claro que creo que existe algo. Eso sí no lo niego. Como una vez comenté en una conversación, creo que no puedo ser tan soberbia como para pensar que no existe nada más poderoso que yo…es simplemente que no le asigno un nombre determinado.
Para qué encasillarlo en una sola figura, estatuilla o nombre, si ese poder puede venir de cada cosa en la tierra. Cada planta, cada perro callejero, cada sonrisa y cada dolor. La lluvia, el sol, las peleas, el  hambre, el amor, la amistad, el desconsuelo, la soledad…todos son constantes luchas, todo en la vida es poder.
            Se trata simplemente de tener fe, en cualquier cosa, nada es lo suficientemente ridículo para creer en ello, cada uno tiene sus convicciones, ese algo que lo mueve. La vida es demasiado dura para atravesarla sin aferrarse a nada.
            Creo que todo es posible, que la existencia de todo lo que se pueda mencionar o cuestionar, puede ser verdadera, o sino ¿de qué otra manera surgiría la inquietud de si es real o no?
            Podemos creer, podemos suponer, especular, pero tener certeza,,, creo que es más complicado.
            Me es difícil tener certeza acerca de algo, para mí nada es absoluto. La vida no es negro o blanco, está llena de matices. No hay nada más relativo en el mundo que el propio ser humano. Por eso es difícil confiar, conocer, amar.
 Cada objeto, cada ser, cada elemento vive en constante cambio,,, nunca terminas de conocer. Eso creo que es lo interesante y bello, jamás terminar de conocer. Siempre existen nuevas áreas, nuevos motivos que explorar, siempre hay algo más que aprender y aprehender.
            Para querer hay que conocer, para amar hay que conocer. Por eso no creo en “el amor a primera vista”. Puede existir cierta atracción física, interés, química - completamente superficial por lo demás- pero no es amor. El amor es algo más profundo, algo construido con el tiempo, un trabajo constante.
¿Cómo puedes amar algo que no conoces? Puedes amar tal vez lo que crees que es, lo que se ve que es o lo que aparenta ser, pero no lo que es realmente. Necesitas intensidad, rabia, oscuridad, y aún así, en esos momentos, seguir amando. Porqué en la vida no todo es dulce, y es importante saber que cuando las cosas se pongan complicadas seguirán estando ahí.
            Eso es lo que cuesta, pensar que seguirán ahí. Cómo poder siquiera llegar a imaginar que alguien pueda aguantar todas las manías, desagrados, excentricidades, angustias, trancas,,, de otra persona que ni siquiera estaba obligado a dejar que fuera parte de su vida. Es así como la gente siempre huye. Te dejan con un corazón roto, una desilusión, un karma o alguna marca de por vida. Y volvemos a estar solos, al final de eso se trata, de poder apreciarnos por nosotros  mismo, por estar solos y sentirse feliz con ello. Al fin y al cabo vinimos a través de alguien al mundo, pero no para vivir por ese alguien, sino por uno. Estamos solos. Nadie puede sentir como uno, amar por uno, querer, odiar, llorar, perder, ganar, morir por uno.
            La gente viene y va, las alegrías se esfuman, las penas pasan, y seguimos aquí, día a día,,, simplemente,,, viviendo.

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